El pasado domingo esas declaraciones provocaron uno de los mayores enfrentamientos entre los dos países: “Hoy es 10 de febrero de 2019. Me están investigando por posible violación de las leyes nacionales. Nadie me ha coaccionado. Estoy bien de salud”.
Los últimos meses, han crecido las denuncias en Occidente contra el trato a los uigur, una de las muchas minorías de religión musulmana que hay en la región China. Datos aportados por algunos académicos y defensores de los derechos humanos, corroboran estos hechos, pues, según algunos de sus cálculos hasta un millón de personas pueden estar privadas de libertad. Esto ha tenido una gran repercusión en los Gobiernos de los países musulmanes. Un claro ejemplo de ello ha sido Turquía -un país con el que los uigur mantienen vínculos étnicos y lingüísticos- el cual rompió el silencio mantenido hasta el momento con un durísimo comunicado: “La reintroducción de los campos de concentración en el siglo XXI y la política de asimilación sistemática de las autoridades chinas contra los turcos uigures es una gran vergüenza para la humanidad”, declaraba el sábado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hami Aksoy. Apoyado por la comunidad internacional y la ONU, que piden poner fin a la masacre.
A medida que se deterioraban los lazos entre el Gobierno de Erdogan y Estados Unidos, Turquía ha ido estrechando sus relaciones con Pekín. Sin embargo la celebración de elecciones locales, podría haber desencadenado que el Gobierno de Erdogan cambiara su actitud, por lo cual empezarían las tiranteces en ambos bandos.
El pasado sábado, Aksoy el portavoz del Gobierno, hacia un comunicado oficial, respondiendo a una pregunta sobre el paradero de Heyit, una de las figuras más respetadas de la cultura uigur, encarcelada tiempo atrás; de la cual los rumores sobre su muerte en uno de los campos, se habían vuelto muy intensos. Finalmente se dio su muerte por confirmada.
Como respuesta al Gobierno Turco, uno de los medios estatales chinos más seguidos -la emisora de China Radio Internacional- se encargó de que un video de 26 segundos en el que el hombre que dice ser Heyit aparecía vivo, fuese la atención de todos los espectadores. Acompañado de unas duras declaraciones por parte del Gobierno Chino para dejar clara su posición ante Turquía: “Hemos transmitido nuestras protestas oficiales”, subrayaba la portavoz de exteriores en Pekín, Hua Chunying. “Esperamos que las personas relevantes del lado turco sepan distinguir entre lo verdadero y lo falso; el vídeo no solamente le muestra vivo, sino en excelente estado de salud”, insistió. “Turquía es un país multiétnico, que encara también la amenaza del terrorismo”, continuó la portavoz, con el fin de excusarse de manera completa. “Debería poder comprender y apoyar, más que cualquier otro país, los esfuerzos de otros Gobiernos para combatir el terrorismo y mantener su seguridad y su estabilidad”.
A pesar de las denuncias por parte del Gobierno Musulmán, sobre el desastroso estado en el que se encuentran lo que se describen como “centros de formación profesional”, China asegura que en Xinjiang tienen como objetivo educar con unos conocimientos básicos a los miembros de las minorías para que puedan ganarse la vida y alejarse de actitudes extremistas, con el fin de que el terrorismo no se desarrolle de manera preocupante.
Pekín, el cual hasta hace cuestión de un año no había reconocido la existencia de esos campos, se defiende alegando que Xinjiang había sido objetivo de varios ataques terroristas así como residencia de numerosos grupos independentistas islámicos y que desde la puesta en marcha del plan de los campos de la región, la tasa de violencia había bajado considerablemente.
Tras ser analizado por multitud de organizaciones de defensa de los derechos humanos la veracidad del video anteriormente mencionado, ha sido puesta en duda. Pues hay diferentes pistas tales como las palabras que utiliza el preso o su lenguaje corporal, las cuales hacen referencia a una confesión forzosa. Todo ello ha provocado que las críticas contra el Gobierno Chino sean cada vez más respaldadas por parte de los uigur. Uno de los profesionales que ha participado en el análisis del vídeo, profesor de Antropología de la Universidad de Cornell, ha querido pronunciarse públicamente sobre el tema a través de las redes sociales hablando sobre la situación de los musulmanes en China: "Se les hace desaparecer y son forzados por torturadores de la policía a autoinculparse en televisión y fingir que todo está bien”.
Video completo de las declaraciones.
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